Monday, December 15, 2008

Descubren un obús de 1870 en un estanque del palacio de Versalles.



(Foto de la PGM).

"Lo encontramos entre unas botellas de cristal. Parecía un termo de metal", dijo a la AFP Michel Henault, presidente de la asociación Les Brochets du Roy.
Los voluntarios que realizaban el trabajo de limpieza llamaron a la policía que, por su parte, hizo intervenir a los artificieros.
"A primera vista nos dijeron que se trataba de un obús de 1870. Se lo llevaron tras haberlo puesto con delicadeza en una caja metálica", explicó Henault.
Una 'Orangerie' es el lugar, con o sin invernadero, que se dedicaba en los jardines franceses a los árboles frutales.

Fuente: AFP

Wednesday, August 20, 2008

Las obras de un aparcamiento sacan a la luz la construcción más antigua de Valencia.

Las obras de un estacionamiento subterráneo ubicado en la calle Ruaya, en Valencia, han sacado a la luz el vestigio más antiguo de actividad humana en Valencia y su huerta, anterior a la fundación de la ciudad.
El hallazgo de la construcción íbera y las monedas cartaginesas “no pone en cuestión la fundación de la ciudad de Valencia por los romanos”, tal como explicó ayer Albert Ribera, el responsable del Servicio de Información Arqueológica Municipal (SIAM). “Estos descubrimientos aportan información sobre el territorio de la huerta, sobre el entorno de lo que, posteriormente, siglos más tarde, fue la ciudad de Valencia”, detalló.
Así, los restos arqueológicos “no estaban, en absoluto, asociados a Valentia, ya que ésta es posterior, sino que podrían depender de un asentamiento mayor que aún no se ha descubierto, o de ciudades íberas como Llíria o Sagunto, puesto que en aquella época el área de influencia de los poblados era enorme”, especificó. “Lo que demuestran estos hallazgos -agregó- es que alrededor de lo que luego fue Valencia había actividad humana que no era meramente ocasional”.
Se trata de una balsa de recogida de aguas que data de la época íbera, así como pozos y fosos del siglo III a. C. y dos monedas cartaginesas. “Al menos un par de ellas -señaló Marisa Serrano, la responsable de las excavaciones arqueológicas- pertenecen a la época bárquida. El resto aún hay que limpiarlas y catalogarlas, pero con toda probabilidad pertenecen a la época romana y a la almohade”.
Y es que el descubrimiento de la edificación íbera no ha sido el único, puesto que en el solar, de entre 4.500 y 4.800 m2, también se han hallado restos de la época imperial romana, de la almohade y del medievo. Todos ellos están relacionados, de una forma u otra, con el agua, por lo que los expertos consideran que la zona era un área de cultivo que, posteriormente, ya en época romana y almohade, quedó ubicada en la ruta de acceso norte de la ciudad.Aunque “aún queda mucho por excavar y analizar”, según Albert Ribera, jefe del Servicio de Investigación Arqueológica Municipal (SIAM), “se puede determinar que la balsa es la construcción más antigua aparecida, hasta el momento, en la huerta de Valencia”. Asociada a esta estructura, los arqueólogos han hallado más vestigios de actividad humana. Se trata de numerosas piezas de cerámica de origen púnico y de la época tardo-íbera, datadas entre los siglos III y II a. C. Son cerámicas finas, de cocina y de importación, concretamente traídas desde la zona de Cádiz, Eivissa y el norte de África, según la opinión de los expertos.
Una calzada romana y un aljibe árabe
Muy próximo al emplazamiento, los técnicos han encontrado parte de una calzada romana y diversas construcciones almohades, como un aljibe y una canalización de agua, así como diversos elementos -sobre todo cerámica- procedentes de períodos históricos más tardíos, concretamente de la baja edad media.
Era en esos momentos cuando sobre el lugar se levantaba el Convento de San Julián, fundado en 1420. De ese siglo se han hallado escudillas y otras piezas de cerámica, así como diferentes elementos que han aparecido en uno de los extremos del solar, el recayente a la calle Sagunto, donde “estaba ubicado el huerto de la congregación religiosa y los cultivos anteriores a esta época”, según Marisa Serrano.
La zona más importante del yacimiento está en el área del solar que recae sobre la calle Bilbao y supone entre el 25 y el 30% de la superficie total de la parcela. Según el concejal de Tráfico y Patrimonio, Alfonso Novo, y la edil de Cultura, Mª José Alcón, “el SIAM y la Dirección General de Patrimonio deberán estudiar los restos y determinar si tienen suficiente valor como para conservarlos “in situ”".
En caso de que sea así, Novo afirmó que “el aparcamiento se tendrá que construir en lo que queda de solar”, lo que reduciría el número de plaza de estacionamiento previstas.
Fuente: http://www.levante-emv.com/

Friday, May 09, 2008

Los nazis planeaban exterminar a los judíos del norte de África.

Los nazis planeaban exterminar a los judíos del norte de África en 1942, pero la derrota de sus ejércitos y su incapacidad de movilizar a los árabes hicieron fracasar sus planes, según nuevas investigaciones sobre este capítulo poco conocido de la historia del Reich.
"Los nazis ya estaban preparando la deportación en julio de 1942, en la perspectiva de una invasión de Egipto por el Afrika Korps de Rommel", indicó el investigador Martin Cuppers de la universidad de Stuttgart (Alemania).
"Un primer grupo de 24 hombres dirigido por un técnico del proceso de exterminación llegó a Libia en julio de 1942", precisó a la AFP, durante un coloquio organizado en Jerusalén en vísperas de la conmemoración del genocidio de seis millones de judíos por los nazis. "Este grupo especial tenía luz verde del ejército alemán, bajo el mando del mariscal Erwin Rommel, para iniciar los preparativos", agregó.
La propaganda alemana destinada a los árabes que incitaba a "destruir a los judíos y sus bienes" no deja ninguna duda sobre su intención de aplicar la "solución final" a los 400.000 judíos del norte de África y eventualmente a otros 450.000 en Palestina, según Cuppers.
Tras la derrota de El Alamein (Libia), en octubre de 1942, cuando el ejército alemán se replegó hacia Túnez donde guardó una cabeza de puente hasta mayo de 1943, "se elaboraron planes para deportar a los judíos por barco hacia Italia y de allí hacia los campos de la muerte de Europa del Este", subrayó. "Si no se llevaron a cabo fue porque las fuerzas navales alemanas tenían otras prioridades y no disponían de suficientes barcos", agregó.
Millares de judíos tunecinos fueron internados en campos de trabajo en el desierto en durísimas condiciones.
Por otra parte la propaganda nazi no tuvo el efecto esperado, según los investigadores, a pesar de la animosidad creciente entre árabes y judíos, con el conflicto en Palestina como telón de fondo, por no tener en cuenta la voluntad árabe de liberarse del yugo colonial.
Según el historiador Michel Abitbol, de la Universidad hebraica de Jerusalén, ello se debió a la "incompetencia y la incoherencia de la política nazi para con los árabes". "Los nacionalistas árabes esperaban que Alemania los liberase del colonialismo británico, francés, e incluso italiano, pero permaneció sorda a su llamamiento", estimó. Esta actitud fue motivada por el "desprecio hacia los árabes" por ser semitas y la necesidad de tomar en cuenta los intereses coloniales de los aliados del Reich, Italia o el régimen colaboracionista de Francia.
El investigador italiano Filipo Petrucci subrayó por su parte que la propaganda racista de los grupos de extrema derecha francesa fue rechazada por las élites nacionalistas, en particular en Argelia. En esta colonia francesa, los musulmanes no habían manifestado sin embargo mucha simpatía hacia los judíos cuando estos fueron despojados de su nacionalidad francesa en octubre de 1940.
La investigadora Chantal Metzger de la universidad de Nancy (este de Francia) hizo notar que Hitler en su testamento, redactado en abril de 1945 antes de su suicidio, lamentó "no haber jugado la carta árabe", estimando que ello le hubiera permitido derrotar a Gran-Bretaña. "No cabe duda de que los judíos del norte de África hubieran corrido la misma suerte que los de Europa si los ejércitos aliados no hubiesen liberado el mundo del nazismo", indicó el embajador de Alemania en Israel, Harald Kindermann.
Fuente: AFP

La cara humilde de Machu Picchu.

Machu Picchu, desde su trono de piedra, humilla al visitante que se acerca a sus pies por el valle del Urubamba y, sin embargo, las huellas materiales de su gente, que están en el centro de una disputa internacional, son objetos simples, casi humildes.
Hay vasos que recibieron chicha, tostadores de maíz de tres patas, morteros para el grano, platos con mangos labrados, y miles y miles de fragmentos de cerámica y hueso que ocultan secretos de las vidas de los hombres y mujeres que trabajaron en las laderas de la ciudadela inca.
Estos restos residen, desde 1912, en sótanos de la Universidad de Yale, en la localidad estadounidense de New Haven.
Allí han languidecido durante décadas después de que los trajera Hiram Birgham, un profesor que se topó con Machu Picchu, como suele ocurrir con los exploradores, cuando buscaba otra ciudad, Vilcabamba.
Nadie prestó atención a los objetos durante 70 años. En la década de los 60, un fuego ahumó las cerámicas y se mezclaron piezas de otros lugares incas con las de Machu Picchu, según reconoció Lucy Salazar, una arqueóloga peruana que trabaja en Yale.
"A partir de 1983 empezamos a ver qué había", dijo Salazar.
Los arcones no contenían el oro y las joyas que atizaron la codicia de Francisco Pizarro siete décadas después de la construcción de Machu Picchu, en 1460.
Eran menaje de cocina y útiles diarios, similares a otros objetos hallados y robados de huacas y asentamientos en todo Perú.
Pero son especiales porque dan pistas de la vida en la ciudadela más emblemática del imperio inca, un lugar entre sierra y selva, tan bello que parece una quimera.
Gracias principalmente al trabajo de Salazar y su marido Richard Burger han salido del anonimato, como si los trabajadores a los que pertenecieron hubieran también abierto los ojos.
En 2003, 1,2 millones de personas acudieron a ver unas 360 piezas de la colección en una muestra itinerante por Estados Unidos organizada por Yale.
Al mismo tiempo, desde hace siete años, la universidad está enfrascada en una disputa con dos gobiernos sucesivos de Perú sobre el futuro de los objetos.
Nadie diría que Yale posee tal tesoro cultural al visitar su principal museo, el Peabody, que sólo tiene en exposición siete vitrinas con cerámicas y morteros de Machu Picchu.
Las piezas compiten en espacio con los 13 millones de objetos de arte que tiene en propiedad Yale, según Barbara Shailor, la encargada de todas las colecciones.
El resto de los objetos incas permanecen en los archivadores de metal de una sala amplia donde estudiantes de arqueología con batas blancas catalogan, examinan y fotografían un rompecabezas de fragmentos bajo la mirada de Salazar.
La experta abrió el depósito un día lluvioso de abril para un grupo de periodistas, la mayoría de Lima, invitados por Yale para que vieran lo que tan sólo un puñado de peruanos ha visto.
Salazar empezó a contar la historia de Machu Picchu que relatan los objetos con los que quisieron irse a la otra vida 174 individuos cuyas tumbas Birgham excavó.
La primera hipótesis fue que se trataba de un centro de culto reservado para cientos de vírgenes consagradas al templo del sol. No hace falta adivinar que la arqueología era asunto de hombres en aquella época.
En cambio, análisis recientes han demostrado que había tantos hombres como mujeres.
En su mayoría eran jóvenes de entre 16 y 18 años, traídos de todo el imperio para trabajos especializados, como moldear el oro excavado en las cercanas minas de Vilcabamba, según Salazar.
En Machu Picchu no se han hallado joyas porque era una residencia de recreo del inca, donde pasaba de mayo a agosto. "Si se moría alguien de la realeza, alguien noble, tenía que ser llevado a Cuzco", el centro del universo inca, según Salazar. Allí sería enterrado al calor del oro.
La única pieza de metal noble hallada es un brazalete, desenterrado por arqueólogos peruanos y que se encuentra en el museo instalado en el propio Machu Picchu.
Las cerámicas en poder de Yale también son testimonio del carácter multiétnico del imperio, pues siguen estilos diferentes. Hay platos con un mango decorado con cabezas con tocados propios de algunos pueblos de la selva y las vasijas negras características de los chimú.
Por todos lados están, sin embargo, las cabezas de felino y las franjas en medio de dos bandas laterales que representan, de acuerdo con Salazar, el poder unificador del inca.
La expresión máxima de ese poder quizá fue la propia Machu Picchu, que con sus objetos continúa, como en el siglo XV, encaramada entre la niebla.
Fuente: EFE

Wednesday, March 26, 2008

La Academia de la Historia dice que existe un tesoro submarino de 2.000 naves.

El tesoro submarino español comprende cerca de 2.000 naves que deberían incluirse en el "Patrimonio de la Humanidad" de la Unesco, según ha dicho hoy el director de la Real Academia de la Historia, Gonzalo Anes, que ha subrayado la "desidia" que ha mostrado siempre la Administración por este tema.
"Se olvida el valor histórico de dicho patrimonio", ha afirmado Anes, para quien la localización de pecios y la extracción de sus tesoros que están llevando a cabo las empresas caza-tesoros suponen hoy "el negocio más rentable".
Pero el descubrimiento de los pecios españoles "permite un conocimiento directo sobre cuestiones que los documentos no reflejan con exactitud", ha destacado el director de la Real Academia de Historia (RAH) durante la presentación del ciclo de conferencias "La España oceánica de los siglos modernos y el tesoro submarino español", que se celebrará desde mañana hasta el 18 de abril.
"Es un tema de gran actualidad", ha comentado Gonzalo Anes, quien se ha mostrado "optimista" respecto al juicio que España mantiene en Tampa contra la empresa Odyssey por la extracción del tesoro del pecio "El cisne negro".
Sin embargo, el académico José Alcalá-Zamora, coordinador de las conferencias patrocinadas por los herederos del marqués de Arriluce de Ybarra, ha señalado la complejidad legal que existe en este tema, al que no "ha hecho caso la Administración durante años", al coincidir "una acumulación de derechos".
Alcalá-Zamora se ha referido también a la noticia conocida ayer sobre el hallazgo en aguas de la República Dominicana del galeón español "Concepción", del siglo XVII, con un tesoro valorado en 150 millones de dólares (más de 97,2 millones de euros).
El académico ha explicado que "España se tiene que interesar en este barco porque nuestro país tiene sus derechos al igual que los dueños de la empresa que lo ha encontrado y el país donde se ha hallado".
El galeón encontrado en la República Dominicana por la empresa Marine Explorations Inc. salió de España el 21 de abril de 1640 y llevaba 540 hombres, 200.000 kilos de mercurio para la explotación de las minas, así como un tesoro importante, ha informado Alcalá-Zamora, quien ha hallado en la Academia la bibliografía sobre este barco que estaba a las órdenes del almirante Juan de Campos, y que naufragó por una tempestad.
Los académicos, que firmaron el pasado 5 de octubre un informe sobre "El estado de la arqueología submarina en España y la necesidad de impulsar su estudio, salvamento y valoración cultural", han coincidido en la importancia de constituir "una comisión interdisciplinar independiente" para proteger jurídicamente y valorar cultural e históricamente los pecios españoles.
Dicho informe responde al borrador de un Plan Nacional para la Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático enviado a la Academia por el Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura.
Alcalá-Zamora ha hablado del "falaz argumento" que utilizan los expoliadores cuando dicen que "los españoles no tenemos ningún derecho a exigir nada sobre los tesoros porque son el resultado de un rapiña".
"Es un argumento absurdo y demagógico" -señala José Alcalá-Zamora- pues "España consumió una parte importante de su historia, de sus hombres y sus riquezas en la conquista de América".
El principal problema para el académico Martín Almagro-Gorbea es que los buscadores de tesoros "sólo ven el oro", pero un pecio es "un yacimiento arqueológico más relevante para la historia que una tumba de Tutankhamon".
"Estamos en un momento crítico y debemos hacer un esfuerzo conjunto para evitar el abandono de nuestro tesoro submarino", según el académico Martín Almagro-Gorbea.
Fuente: EFE

Tuesday, March 04, 2008

Los espías británicos tuvieron astrólogo en la II Guerra Mundial.

Los servicios británicos de espionaje contrataron a un astrólogo durante la Segunda Guerra Mundial, aunque muchos de sus miembros pensaron que era un fraude, e incluso le enviaron a Estados Unidos en una misión propagandística, según documentos secretos difundidos el martes.
Los documentos - los últimos de un goteo de archivos de la agencia británica de espionaje en la última década - proporcionan una historia digna de un guión de Hollywood y ofrecen una visión grave de la máquina de espionaje británica en la Segunda Guerra Mundial, dijo el historiador oficial de los servicios secretos, Christopher Andrew.
Los textos muestran que muchos de los que manejaron el espionaje del país despreciaban a Louis de Wohl, que hablaba alemán y era además astrólogo que se decía descendiente de la nobleza húngara y se llamó "El Nostradamus moderno".
"Nunca me ha gustado Louis de Wohl. Me resulta un charlatán y un impostor", escribió uno de los responsables. "En un momento dado ejerció algo de influencia sobre oficiales de inteligencia británicos bien situados a través de su profesión de contemplación de las estrellas", añadió.
Otro responsable lo calificó de "completo bribón" y otro de "charlatán peligroso y liante estafador".
"Afirmaba en sus libros que había viajado mucho por Oriente disfrazado de árabe y a menudo había frecuentado cafés en Berlín con atuendo femenino", escribió otro. Varios dijeron que pensaban que era un ex nazi.
Aún así, se las ingenió para establecerse en un apartamento del Gobierno británico en el oeste de Londres, al que llamó Oficina de Investigación Psicológica.
Allí, leía el horóscopo a clientes acaudalados, entre ellos responsables oficiales británicos, comandantes de la resistencia francesa y al embajador de Rumanía, a quien dijo que había persuadido para dimitir.
GIRA PROPAGANDÍSTICA EN ESTADOS UNIDOS
Los jefes del espionaje le enviaron en una gira propagandística por América en 1941, cuando Reino Unido estaba en guerra con Alemania pero Washington aún seguía siendo neutral.
De Wohl entregó a los periódicos estadounidenses una carta que dijo que era del propio astrólogo de Hitler en la que predecía que el líder nazi desaparecería en un año.
Los periódicos estadounidenses recogieron sus discursos prediciendo la caída de los nazis.
"Su visita propagandística a América fue considerada muy exitosa", escribió un responsable del espionaje en su archivo, recomendando que se le diera a Wohl la nacionalidad británica.
Se le dio el rango de capitán del Ejército británico, algo que parece que molestó a muchos oficiales.
Durante el resto de la guerra, los organismos de espionaje le dieron trabajo esporádico y decidieron vigilarle.
Fuente: REUTERS