Wednesday, March 26, 2008

La Academia de la Historia dice que existe un tesoro submarino de 2.000 naves.

El tesoro submarino español comprende cerca de 2.000 naves que deberían incluirse en el "Patrimonio de la Humanidad" de la Unesco, según ha dicho hoy el director de la Real Academia de la Historia, Gonzalo Anes, que ha subrayado la "desidia" que ha mostrado siempre la Administración por este tema.
"Se olvida el valor histórico de dicho patrimonio", ha afirmado Anes, para quien la localización de pecios y la extracción de sus tesoros que están llevando a cabo las empresas caza-tesoros suponen hoy "el negocio más rentable".
Pero el descubrimiento de los pecios españoles "permite un conocimiento directo sobre cuestiones que los documentos no reflejan con exactitud", ha destacado el director de la Real Academia de Historia (RAH) durante la presentación del ciclo de conferencias "La España oceánica de los siglos modernos y el tesoro submarino español", que se celebrará desde mañana hasta el 18 de abril.
"Es un tema de gran actualidad", ha comentado Gonzalo Anes, quien se ha mostrado "optimista" respecto al juicio que España mantiene en Tampa contra la empresa Odyssey por la extracción del tesoro del pecio "El cisne negro".
Sin embargo, el académico José Alcalá-Zamora, coordinador de las conferencias patrocinadas por los herederos del marqués de Arriluce de Ybarra, ha señalado la complejidad legal que existe en este tema, al que no "ha hecho caso la Administración durante años", al coincidir "una acumulación de derechos".
Alcalá-Zamora se ha referido también a la noticia conocida ayer sobre el hallazgo en aguas de la República Dominicana del galeón español "Concepción", del siglo XVII, con un tesoro valorado en 150 millones de dólares (más de 97,2 millones de euros).
El académico ha explicado que "España se tiene que interesar en este barco porque nuestro país tiene sus derechos al igual que los dueños de la empresa que lo ha encontrado y el país donde se ha hallado".
El galeón encontrado en la República Dominicana por la empresa Marine Explorations Inc. salió de España el 21 de abril de 1640 y llevaba 540 hombres, 200.000 kilos de mercurio para la explotación de las minas, así como un tesoro importante, ha informado Alcalá-Zamora, quien ha hallado en la Academia la bibliografía sobre este barco que estaba a las órdenes del almirante Juan de Campos, y que naufragó por una tempestad.
Los académicos, que firmaron el pasado 5 de octubre un informe sobre "El estado de la arqueología submarina en España y la necesidad de impulsar su estudio, salvamento y valoración cultural", han coincidido en la importancia de constituir "una comisión interdisciplinar independiente" para proteger jurídicamente y valorar cultural e históricamente los pecios españoles.
Dicho informe responde al borrador de un Plan Nacional para la Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático enviado a la Academia por el Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura.
Alcalá-Zamora ha hablado del "falaz argumento" que utilizan los expoliadores cuando dicen que "los españoles no tenemos ningún derecho a exigir nada sobre los tesoros porque son el resultado de un rapiña".
"Es un argumento absurdo y demagógico" -señala José Alcalá-Zamora- pues "España consumió una parte importante de su historia, de sus hombres y sus riquezas en la conquista de América".
El principal problema para el académico Martín Almagro-Gorbea es que los buscadores de tesoros "sólo ven el oro", pero un pecio es "un yacimiento arqueológico más relevante para la historia que una tumba de Tutankhamon".
"Estamos en un momento crítico y debemos hacer un esfuerzo conjunto para evitar el abandono de nuestro tesoro submarino", según el académico Martín Almagro-Gorbea.
Fuente: EFE

Tuesday, March 04, 2008

Los espías británicos tuvieron astrólogo en la II Guerra Mundial.

Los servicios británicos de espionaje contrataron a un astrólogo durante la Segunda Guerra Mundial, aunque muchos de sus miembros pensaron que era un fraude, e incluso le enviaron a Estados Unidos en una misión propagandística, según documentos secretos difundidos el martes.
Los documentos - los últimos de un goteo de archivos de la agencia británica de espionaje en la última década - proporcionan una historia digna de un guión de Hollywood y ofrecen una visión grave de la máquina de espionaje británica en la Segunda Guerra Mundial, dijo el historiador oficial de los servicios secretos, Christopher Andrew.
Los textos muestran que muchos de los que manejaron el espionaje del país despreciaban a Louis de Wohl, que hablaba alemán y era además astrólogo que se decía descendiente de la nobleza húngara y se llamó "El Nostradamus moderno".
"Nunca me ha gustado Louis de Wohl. Me resulta un charlatán y un impostor", escribió uno de los responsables. "En un momento dado ejerció algo de influencia sobre oficiales de inteligencia británicos bien situados a través de su profesión de contemplación de las estrellas", añadió.
Otro responsable lo calificó de "completo bribón" y otro de "charlatán peligroso y liante estafador".
"Afirmaba en sus libros que había viajado mucho por Oriente disfrazado de árabe y a menudo había frecuentado cafés en Berlín con atuendo femenino", escribió otro. Varios dijeron que pensaban que era un ex nazi.
Aún así, se las ingenió para establecerse en un apartamento del Gobierno británico en el oeste de Londres, al que llamó Oficina de Investigación Psicológica.
Allí, leía el horóscopo a clientes acaudalados, entre ellos responsables oficiales británicos, comandantes de la resistencia francesa y al embajador de Rumanía, a quien dijo que había persuadido para dimitir.
GIRA PROPAGANDÍSTICA EN ESTADOS UNIDOS
Los jefes del espionaje le enviaron en una gira propagandística por América en 1941, cuando Reino Unido estaba en guerra con Alemania pero Washington aún seguía siendo neutral.
De Wohl entregó a los periódicos estadounidenses una carta que dijo que era del propio astrólogo de Hitler en la que predecía que el líder nazi desaparecería en un año.
Los periódicos estadounidenses recogieron sus discursos prediciendo la caída de los nazis.
"Su visita propagandística a América fue considerada muy exitosa", escribió un responsable del espionaje en su archivo, recomendando que se le diera a Wohl la nacionalidad británica.
Se le dio el rango de capitán del Ejército británico, algo que parece que molestó a muchos oficiales.
Durante el resto de la guerra, los organismos de espionaje le dieron trabajo esporádico y decidieron vigilarle.
Fuente: REUTERS