MÁS REYES GODOS
Los Visigodos (“Godos del Oeste” del alemán westgoten o visigoten).
Con la nueva publicación del académico de la Real Academia de la Historia, Jesús Vico Monteoliva, María Cruz Cores Gomendio y Gonzalo Cores Uría “Corpus Nummorum Visigothorum. Ca. 575-714. Leovigildus-Achila”, se abre una nueva panorámica en el estudio de la Numismática dentro del período visigodo.
Actualmente se estima que hay unas 10.000 monedas visigodas repartidas entre museos y coleccionistas privados en todo el mundo. La colección más completa corresponde a la Hispanic Society de Nueva Cork que posee 750 piezas. La Real Academia de la Historia posee 69 piezas que fueron catalogadas por Jesús Vico (15 de ellas falseadas por sus acuñadores de entonces). Por otro lado, Gonzalo Cores Uría (Coautor de la obra) posee una de las más importantes colecciones privadas de monedas visigodas.
(Corona votiva de Recesvinto 653-672. La inscripción RECCESVINTUVS REX DEFERET. Tesoro de Guarrazar, Toledo. Actualmente en el Museo Arqueológico Nacional. Madrid).
En la presentación del libro Jesús Vico indicará:
«Las monedas visigodas son un documento histórico de excepcional interés, pues son ante todo uno de los principales medios para conocer la Historia de Hispania durante los casi tres siglos cruciales que van desde la caída del Imperio Romano y la Invasión Islámica y que marcan el paso de la Antigüedad a la Edad Media.
Además de ofrecer en el caso de esta moneda aportaciones imprescindibles de Geografía Histórica, teniendo en cuenta que sus cecas permiten comprender la organización del territorio en siglos cruciales con una valiosa información sobre muchas poblaciones desconocidas o, en otro casos, de ubicación incierta. Hemos pretendido suscitar y hacer accesible a todo tipo de público el interés hacia la moneda visigoda, para contribuir a su popularización».
Según Martín Almagro, Anticuario Perpetuo de la Real Academia de la Historia, «la obra que ha dirigido Jesús Vico ha tenido el buen criterio de ofrecer en primer lugar el catálogo de las monedas auténticas, separadas de las Falsas de la época y de las Falsificaciones modernas, cuyo interés es esencial para coleccionistas y estudiosos, pues esta obra con una gran calidad en la edición es la más importante aportación en este campo desde el inicio de estos estudios, gracias a una experiencia visual y al empleo de los más modernos métodos de análisis.
Las magníficas fotografías en color logran ofrecer los detalles de todas las monedas, imprescindibles para un buen estudio y para su disfrute, por lo que se desprende que el trabajo científico de Jesús Vico, fruto de horas y horas de investigación, sirva a partir de ahora para seguir ahondando en estos estudios y para el disfrute de los estudiosos e interesados en esta moneda».
(Genealogía de los Reyes de España. Alonso de Cartagena 1526-1539. Biblioteca Nacional de Madrid. Foto AISA).
El “Corpus Nummorum Visigothorum. Ca. 575-714. Leovigildus-Achila” reúne numerosas fotografías de monedas visigodas que fueron acuñadas en 100 ciudades de la Península Ibérica (47 de ellas en Galicia, Gallecia, provincia que incluía el Norte de Portugal). Precisamente una de las aportaciones del estudio eleva a 100 el número de cecas o talleres monetarios conocidos, además de la reubicación y redenominación de alguna de ellas. Por otro lado, recoge los nuevos hallazgos de piezas y las últimas averiguaciones científicas que abren nuevas vías de estudio y la posibilidad de rescribir un trozo de la Historia de nuestro país.
Las monedas visigodas son inicialmente imitaciones más o menos burdas de las monedas de oro romanas de la época (sólidos áureos de 4´54 gramos y tremisses ó 1/3 de sólido de 1´513 gramos, pertenecientes al sistema monetario constantiniano), hay que tener en cuenta que en la época visigoda, para las transacciones cotidianas se continuaban usando las monedas romanas. Los visigodos sólo acuñaron en oro y sus piezas eran más una expresión de soberanía y prestigio que un medio de pago.
Gracias a la Numismática, el monarca Suniefredo (692-693) fue reconocido a partir de la publicación de una moneda por Engel en el año 1898. Un caso similar es el de Recaredo II (621), conocido y aceptado por la comunidad científica tras la publicación de sus monedas en 1985 y 1986 por A. Walker y G. Cores. Aún queda la posibilidad de un cuarto y nuevo monarca llamado Sindila (631), cuya existencia está por demostrar ya que se conocen escasos ejemplares de sus acuñaciones.
Como indicó Jesús Vico: “Tras haber tomado en mis manos casi el 80% de las monedas visigóticas existentes en el mundo, he podido probar que necesariamente ellos tuvieron que reinar”.
Con este nuevo estudio a la ya antigua lista de los reyes godos hay que añadir a Iudila (631-632) y Suniefredo (692-693), que tradicionalmente no estaban recogidos por los tratados de historia; Ardo (714-720), posible hermano de Agila (710-714), que no acuñó moneda y del que se tienen escasas noticias de fuentes de monasterios catalanes. Al parecer sus dominios eran parte de la Tarraconense y la Septimania; y, por último, y en período de investigación para incluirlo en la lista de los reyes godos, Sindila.
Hay que añadir que tanto Iudila como Sindica fueron caudillos militares investidos de poder regio mientras el rey Suintila estuvo preso.
Autor: Jose Mª Maestre Domínguez