LEONARDO DA VINCI: TRAS LA HUELLA DEL GENIO.
Recientemente nos llega la noticia de restauradores italianos que creían haber encontrado el lugar en el que Leonardo Da Vinci pintó la Gioconda, y realizó sus estudios de aviación junto a otros trabajos científicos. El presunto taller del artista y sus habitaciones se ubican en una zona que antes formaba parte de la Santísima Annunziata de Florencia y que en la actualidad pertenece al Instituto Geográfico Militar.
(La Gioconda)
Recientes estudios en una de las obras más famosas de Leonardo, la “Gioconda” parecen desvelar uno de los enigmas más estudiado dentro del arte renacentista.
Tras los hallazgos de nuevos documentos de archivo junto con los últimos análisis de pintura realizados a la obra utilizando las últimas técnicas, nos han aportado nuevos datos que, presumiblemente, nos dan a conocer la identidad de la modelo utilizada por Leonardo así como el porqué de su enigmática sonrisa.
El historiador de arte florentino Giorgio Pallanti, nos adelantó ya en el año 2004, en su libro recientemente reeditado “Monna Lisa, mulier ingenua”, la demostración documental que indicaba que la joven modelo florentina de Leonardo se llamaba Lisa Gherardini, nacida en Florencia el 15 de junio de 1479, se casadó en el 1495 con un rico comerciante de seda florentino apellidado Giocondo (su primera mujer fallecida se llamaba Camilla Rucellai). Hay que recordar que ya Giorgio Vassari en su famosa obra “Vite” (1550) había indicado esta posible identidad. Pero, frente a tesis alternativas, Pallanti pudo demostrar la conexión entre Giocondo y la familia de Leonardo, reconstruyendo paso a paso la vida de Lisa Gherardini “Mona Lisa”: casada a los 16 años, tuvo cinco hijos, enviudó a la edad de 58 años; pero, la tesis de Pallantini le faltaba por dilucidar los últimos años de la vida de la “Mona Lisa”. Recientemente, en el archivo de la antigua parroquia florentina de San Lorenzo, se halló la partida de defunción donde nos indica: “Lisa: fue mujer de Francesco del Giocondo. Murió el día 15 de julio de 1542. Fue enterrada en Santa Úrsula. Salió todo el capítulo” (la última frase indica que Lisa gozaba de gran consideración social en Florencia). Por lo tanto, la Mona Lisa falleció a la edad de 63 años en el convento de la parroquia donde se había retirado.
En cuanto a la enigmática sonrisa, se cree que Leonardo da Vinci lo pintó entre los años 1503-1506, cuando su modelo debía tener 23 años. Posiblemente se encontrara en esos momentos embarazada de su segundo hijo o acabara de tenerlo. Esta es la conjetura a la que se ha llegado tras la radiografía tridimensional que realizó de la obra “la Gioconda” un equipo de investigadores canadienses del Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC). El investigador Bruno Mottin, del Centro Francés para la Investigación y Restauración de los Museos, indicó que tras el análisis, la Mona Lisa porta sobre los hombros un fino velo de gasa, el guarnello, usado en época de Leonardo por las mujeres que estaban en cinta o que acababan de ser madres.
A estos datos habría que añadir otra apreciación, las manos de la Gioconda aparecen hinchadas, sobre el vientre, sin alianza o piedras preciosas en los dedos, esto se debe a que no le entraban dado que estaba embarazada en esos momentos de uno de los cinco hijos que tuvo.
Este último hallazgo podría darnos la respuesta a tan enigmática sonrisa.
Michel Menu, director de investigación del Centro de Investigación y Restauración de los Museos de Francia, indicó que aún quedan por descubrir muchos secretos sobre el enigmático retrato. "Nuestro laboratorio está tratando de descubrir las técnicas de da Vinci. Queremos entender particularmente cómo logró las sombras, el famoso efecto 'sfumato”.
Tras los hallazgos de nuevos documentos de archivo junto con los últimos análisis de pintura realizados a la obra utilizando las últimas técnicas, nos han aportado nuevos datos que, presumiblemente, nos dan a conocer la identidad de la modelo utilizada por Leonardo así como el porqué de su enigmática sonrisa.
El historiador de arte florentino Giorgio Pallanti, nos adelantó ya en el año 2004, en su libro recientemente reeditado “Monna Lisa, mulier ingenua”, la demostración documental que indicaba que la joven modelo florentina de Leonardo se llamaba Lisa Gherardini, nacida en Florencia el 15 de junio de 1479, se casadó en el 1495 con un rico comerciante de seda florentino apellidado Giocondo (su primera mujer fallecida se llamaba Camilla Rucellai). Hay que recordar que ya Giorgio Vassari en su famosa obra “Vite” (1550) había indicado esta posible identidad. Pero, frente a tesis alternativas, Pallanti pudo demostrar la conexión entre Giocondo y la familia de Leonardo, reconstruyendo paso a paso la vida de Lisa Gherardini “Mona Lisa”: casada a los 16 años, tuvo cinco hijos, enviudó a la edad de 58 años; pero, la tesis de Pallantini le faltaba por dilucidar los últimos años de la vida de la “Mona Lisa”. Recientemente, en el archivo de la antigua parroquia florentina de San Lorenzo, se halló la partida de defunción donde nos indica: “Lisa: fue mujer de Francesco del Giocondo. Murió el día 15 de julio de 1542. Fue enterrada en Santa Úrsula. Salió todo el capítulo” (la última frase indica que Lisa gozaba de gran consideración social en Florencia). Por lo tanto, la Mona Lisa falleció a la edad de 63 años en el convento de la parroquia donde se había retirado.
En cuanto a la enigmática sonrisa, se cree que Leonardo da Vinci lo pintó entre los años 1503-1506, cuando su modelo debía tener 23 años. Posiblemente se encontrara en esos momentos embarazada de su segundo hijo o acabara de tenerlo. Esta es la conjetura a la que se ha llegado tras la radiografía tridimensional que realizó de la obra “la Gioconda” un equipo de investigadores canadienses del Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC). El investigador Bruno Mottin, del Centro Francés para la Investigación y Restauración de los Museos, indicó que tras el análisis, la Mona Lisa porta sobre los hombros un fino velo de gasa, el guarnello, usado en época de Leonardo por las mujeres que estaban en cinta o que acababan de ser madres.
A estos datos habría que añadir otra apreciación, las manos de la Gioconda aparecen hinchadas, sobre el vientre, sin alianza o piedras preciosas en los dedos, esto se debe a que no le entraban dado que estaba embarazada en esos momentos de uno de los cinco hijos que tuvo.
Este último hallazgo podría darnos la respuesta a tan enigmática sonrisa.
Michel Menu, director de investigación del Centro de Investigación y Restauración de los Museos de Francia, indicó que aún quedan por descubrir muchos secretos sobre el enigmático retrato. "Nuestro laboratorio está tratando de descubrir las técnicas de da Vinci. Queremos entender particularmente cómo logró las sombras, el famoso efecto 'sfumato”.
Autor: Jose Mª Maestre Domínguez
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