POBLADO DE DURRINGTON WALLS
Imagen del yacimiento. (Foto: ‘National Geographic’).
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Hallado en Durrington Walls, a tres kilómetros de Stonehenge un poblado neolítico con casas descubiertas, directamente relacionado con el famoso henge (o recinto circular sagrado).
Los primeros indicios de este yacimiento se remontan a 1965, donde se localizaron huellas de una construcción de madera similar al círculo de Stonehenge. Los trabajos de campo que comenzaron en el año 2003, muestran que este poblado neolítico estaba compuesto por ocho casas de suelo de arcilla y un hogar de unos veinticinco metros cuadrados cada una. El poblado disponía de una avenida de 170 metros de longitud y 27 de anchura que lo conectaba con el río Avon.
Hasta ahora, no se había encontrado ningún poblado cercano al famoso monumento megalítico, aunque sí se sabía que el entorno del valle de Durrington Walls estaba lleno de restos de casas (cerca de 100), gracias a una serie de pruebas realizadas con escáneres magnéticos.
La explicación del profesor de la Universidad británica de Sheffield, Mike Parker Pearson, que dirige el equipo de arqueólogos encargado de estudiar el poblado, va más allá de ser el mayor poblado neolítico británico, sino que ayuda a poder interpretar mejor el significado de todo el área de Stonehenge. Las dataciones de radiocarbono de las casas de Durrington Walls las ha situado en torno al año 2.600-2.500 a.J.C.,siendo pues, coetáneas de Stonehenge.
"En lo que quedaba de las habitaciones hemos encontrado las huellas en el suelo de zócalos de camas, de cómodas y de armarios de madera".
Los arqueólogos creen que el poblado de Durrington fue construido con madera, material que se deteriora fácilmente a largo plazo, para diferenciarlo así del carácter de perpetuidad que querían darle al monumento megalítico de Stonehenge.
Los investigadores apuntan a que los habitantes que vivieron en este poblado pudieron ser los que construyeron Stonehenge.
La existencia de avenidas que conectan tanto Stonehenge como Durrington Walls con el río Avon lleva a los investigadores a pensar la existencia de una ruta procesal entre ambos puntos asociada con el ciclo anual, concretamente, Parker Pearson sostiene que la festividad del solsticio de invierno podría consistir en un banquete en el poblado de Durrington Walls, donde a su término se arrojarían al río restos humanos (cenizas, huesos, quizá cuerpos) para más tarde dirigirse en procesión hacia Stonehenge donde se incinerarían y se enterrarían algunos individuos selectos. Con ello se demostraría que Stonehenge, donde se han certificado hasta 250 cremaciones, habría sido un gran cementerio donde se practicaría el culto a los antepasados y se entraría en comunión con el mundo de los muertos. Después de despedir a sus muertos, los habitantes del poblado neolítico volvían a Durrington Walls para festejar la vida, explicó Parker, quien justificó esta teoría en los esqueletos de animales hallados junto a las casas.
Los primeros indicios de este yacimiento se remontan a 1965, donde se localizaron huellas de una construcción de madera similar al círculo de Stonehenge. Los trabajos de campo que comenzaron en el año 2003, muestran que este poblado neolítico estaba compuesto por ocho casas de suelo de arcilla y un hogar de unos veinticinco metros cuadrados cada una. El poblado disponía de una avenida de 170 metros de longitud y 27 de anchura que lo conectaba con el río Avon.
Hasta ahora, no se había encontrado ningún poblado cercano al famoso monumento megalítico, aunque sí se sabía que el entorno del valle de Durrington Walls estaba lleno de restos de casas (cerca de 100), gracias a una serie de pruebas realizadas con escáneres magnéticos.
La explicación del profesor de la Universidad británica de Sheffield, Mike Parker Pearson, que dirige el equipo de arqueólogos encargado de estudiar el poblado, va más allá de ser el mayor poblado neolítico británico, sino que ayuda a poder interpretar mejor el significado de todo el área de Stonehenge. Las dataciones de radiocarbono de las casas de Durrington Walls las ha situado en torno al año 2.600-2.500 a.J.C.,siendo pues, coetáneas de Stonehenge.
"En lo que quedaba de las habitaciones hemos encontrado las huellas en el suelo de zócalos de camas, de cómodas y de armarios de madera".
Los arqueólogos creen que el poblado de Durrington fue construido con madera, material que se deteriora fácilmente a largo plazo, para diferenciarlo así del carácter de perpetuidad que querían darle al monumento megalítico de Stonehenge.
Los investigadores apuntan a que los habitantes que vivieron en este poblado pudieron ser los que construyeron Stonehenge.
La existencia de avenidas que conectan tanto Stonehenge como Durrington Walls con el río Avon lleva a los investigadores a pensar la existencia de una ruta procesal entre ambos puntos asociada con el ciclo anual, concretamente, Parker Pearson sostiene que la festividad del solsticio de invierno podría consistir en un banquete en el poblado de Durrington Walls, donde a su término se arrojarían al río restos humanos (cenizas, huesos, quizá cuerpos) para más tarde dirigirse en procesión hacia Stonehenge donde se incinerarían y se enterrarían algunos individuos selectos. Con ello se demostraría que Stonehenge, donde se han certificado hasta 250 cremaciones, habría sido un gran cementerio donde se practicaría el culto a los antepasados y se entraría en comunión con el mundo de los muertos. Después de despedir a sus muertos, los habitantes del poblado neolítico volvían a Durrington Walls para festejar la vida, explicó Parker, quien justificó esta teoría en los esqueletos de animales hallados junto a las casas.
Huesos en el lugar del yacimiento. (Foto: AFP)
El sitio de Stonehenge, patrimonio mundial de la humanidad y ubicado en la comuna de Salisbury Plain, atrae cada año a miles de personas para la celebración del solsticio de verano. Las gigantescas piedras de Stonehenge proceden de Gales, a 250 kilómetros, y nadie se explica cómo y por qué se trasladaron a Salisbury.
El monumento de Stonehenge. (Foto: AP)
Las excavaciones en Durrington Hall deben extenderse hasta 2010. Están en parte financiadas por las fundaciones estadounidense de National Geographic y británica English Heritage and Wessex Archaeology.
Autor: Jose Mª Maestre Domínguez
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